Durante esta semana se encuentra en la Parroquia de Santa Úrsula la imagen de San Clemente, que se veneraba en la Ermita de dicho nombre en este municipio. La imagen es de papel encolado excepto cabeza, manos y pies, probablemente del siglo XVII. Es propiedad de los herederos de Nava y Grimón que la han cedido durante esta semana con motivo del IV Centenario de la Parroquia de la Parroquia de Santa Úrsula. 

 

La Ermita de San Clemente.

Dentro de la Hacienda de San Clemente, hay una pequeña ermita, la Ermita de San Clemente. Fue construida por iniciativa de don Tomás de Nava y Grimón, marqués de Villanueva del Prado, que dejó constancia en su testamento del 17 de diciembre de 1667, de su intención de construir una ermita en su Hacienda de Santa Úrsula, bajo la advocación y veneración de San Clemente. Su construcción concluyó en el año 1683. Para su edificación se utilizó un trozo de terreno en su hacienda de Santa Úrsula, El Malpaís, donde existió con anterioridad un oratorio erigido por Claudio Grimón, su tío. En dicho recinto religioso se albergó durante años el famoso Tríptico de Navas, adquirido con posterioridad por el Gobierno de Canarias. Posee un retablo tallado en madera, en cuyo centro se encuentra el Señor con la Virgen y el Niño, en una hornacina de cristal, y en la parte inferior, un óleo atribuido a la escuela francesa del siglo XVII de autor anónimo.

Se celebraron aquí fiestas en honor al santo, San Clemente, coincidiendo con su festividad el 23 de Noviembre. Consistía en sacar el santo en procesión por la hacienda y sus alrededores. A continuación, se celebraba una misa seguida de una gran fiesta popular presidida por los representantes de las dos familias propietarias de la hacienda.

Los domingos y festivos la ermita era utilizada por los marqueses y sus familias con permiso del obispo de la Diócesis para que un cura de la parroquia de Santa Úrsula diera misa. A ella podían asistir los colonos y los medianeros de la hacienda y sus alrededores.