Plata fundida y cincelada en su color; 14 x 9,5 x 5 cm.

Anónimo; [Siglo XVIII]

Se relaciona con el beso de la paz, que los primeros cristianos se daban como gesto de saludo y fraternidad, se encuentra el instrumento pacis o portapaz. A partir del siglo XII el beso fue sustituido por el abrazo y a los fieles, separados por sexos, se les transmitió la paz dándoles a besar un objeto en el momento previo a la comunión: una patena consagrada, un libro litúrgico o el osculatorium o portapaz.

Su estructura surgió dentro de la línea del relicario y se asemeja a un pequeño altar o retablillo. La representación figurada muestra generalmente el tema de la crucifixión o alguno de los misterios de la vida de Cristo o de la Virgen.

En la parte posterior llevan un asa, para portarlo en la mano. La costumbre de dar la paz separadamente según los sexos explica que muchas veces se encuentren por parejas.

En el siglo XVI, se generalizaron los portapaces de bronce fundido y cincelados, con una decoración propia del primer Renacimiento hispano; siguiendo los gustos e inspirados en tratados como los de Diego de Sagrado; Medidas del romano, primera obra de arquitectura publicada en España (Toledo, 1526); del arquitecto manierista Sebastiano Serlio (1537); o del orfebre Juan de Arfe (Sevilla, 1585)