Interesantísima representación del Niño Jesús dedicado a la tarea redentora, calificada por J. Hernández Perera, en un artículo publicado en 1954, de realmente encantadora. En el mismo comenta: El Niño aplasta con sus piececitos un globo del mundo en torno al cual se arrolla una serpiente, y un pequeño enano, con el que el escultor intentó personificar la concupiscencia, mientras apoyando el codo sobre una calavera medita en su muerte y en su futuro triunfo.

 

Obra estudiada por otros especialistas, puede catalogarse como del siglo XVII. Se halla expuesta en la sacristía.

Fuente: Historia de Santa Úrsula. M. Rodríguez Mesa