Hoy día 8 de diciembre, la Iglesia celebra la Inmaculada concepción, en nuestra parroquia los horarios son:
- 9.15h: Santa Misa en la Tosca de Ana María
- 12.00h: Santa Misa en la Parroquia de Santa Úrsula
- 18.00h: Santa Misa en la Parroquia de San Bartolomé, La Corujera, y a continuación procesión.
El Papa Francisco se pronunciaba hoy así:
El mensaje de la fiesta de hoy de la Inmaculada Concepción de la Virgen María se puede resumir con estas palabras: todo es gracia, todo es don gratuito de Dios y de su amor por nosotros. El ángel Gabriel llama a María «llena de gracia» (Lc 1,28): en ella no hay espacio para el pecado, porque Dios la preeligió desde siempre como madre de Jesús y la preservó de la culpa original. Y María corresponde a la gracia y se abandona a ella diciendo al ángel: «Hágase en mi según tu palabra» (v. 38). No dice: «Yo haré según tu palabra», sino: «Hágase en mi». Y el Verbo se hizo carne en su seno. También a nosotros se nos pide escuchar a Dios que habla y acoger su voluntad; según la lógica evangélica, ¡nada es más laborioso y fecundo que escuchar y acoger la Palabra del Señor!
La Inmaculada Concepción, Patrona de España
La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia singular de Dios, María fue preservada de todo pecado, desde su concepción.
Cuando hablamos del dogma de la Inmaculada Concepción no nos referimos a la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido sin pecado. El dogma declara que María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la «llena de gracia» desde su concepción.
El 8 de diciembre de 1854 el papa Pio IX manifestaba solemnemente en la basílica vaticana de San Pedro de Roma mediante la bula Ineffabilis Deus: “Declaramos y definimos que es doctrina revelada por Dios, la que sostiene que la Beatísima Virgen María en el primer instante de su Concepción, por singular gracia y privilegio de Dios Omnipotente y en previsión de los méritos de Jesucristo, fue preservada e inmune de todo pecado original”.
El 8 de diciembre en 1857, visitaba la embajada de España, en Roma, y pronunciaba el siguiente discurso: “Señor embajador, vengo con íntima satisfacción a visitar esta embajada española, y a bendecir el monumento de la Virgen Inmaculada en esta plaza de España, y declaro que vuestra gloriosa nación tiene hoy muy merecido derecho a esta distinción, porque fue España, la nación, que por sus reyes y por sus teólogos, trabajó más que nadie para que amaneciera el día de la proclamación del dogma de la Concepción Inmaculada de María”.
A petición unánime de las Cortes Generales Españolas, el rey Carlos III solicita a la Santa Sede que la Inmaculada Concepción de María sea proclamada Patrona de España. El papa Clemente XIII la proclama Patrona de España mediante la bula “Quantum Ornamenti”, de fecha 25 de diciembre de 1760.