Madera tallada, ensamblada y barnizada // Madera tallada y policromada; Cruz: 50 x 26,5 x 1 cm.; Cristo: 24 x 19 cm.; Peana: 15 x 14 x 10 cm.; Totales: 65 x 26,5 x 10 cm.

Anónimo; [Siglo XIX].                                 

Desde 1699 existía un “S[an]to Christo” en el altar de Nuestra Señora del Rosario, pero ese Cristo no ha podido ser identificado.

TARQUIS RODRÍGUEZ, P.: Riqueza artística de los templos de Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, 1968, p. 130.

El escultor canario prefiere representar al Cristo difunto, a diferencia del peninsular que lo suele representar antes de su muerte.

En este caso se muestra a Cristo prendido a la cruz por tres clavos. La cabeza se inclina sobre el lado derecho, apoyando la barba sobre el pecho. El cabello y la corona son realizados en talla única. Su delgado cuerpo, da la impresión de ser sostenido sobre las rodillas flexionadas. En la colocación del mismo no hay un deseo muy marcado de plasmar de forma cruda los efectos del suplicio, sólo visibles en la herida del costado, sino más bien se demuestra un gran equilibrio clásico, propios del siglo XIX. En el siglo XX fue restaurado para arreglar sus brazos que se habían partidos.