Orientaciones dadas por el Santo Padre
1. Nunca seremos misioneros de la misericordia si no llegáramos a ser hijos de la misericordia. Tomemos conciencia de que siempre Dios nos ama primero. (···). Brindar misericordia, dice el Papa, es fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre.
2. Quienes han experimentado que Dios, en su inconmensurable misericordia nos ha amado y nos ama primero, saben adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, ser ‘Iglesia en salida’ hacia las periferias geográficas y existenciales, con un deseo inagotable de brindar misericordia.
3. Para ayudarnos a tener misericordia (…) tenemos que tener conciencia de ser, nosotros mismos, hombres y mujeres de arcilla, pero con un tesoro. El tesoro está en vasijas de barro. (…). El Papa nos invita a ser misericordiosos, conscientes de nuestra propia dignidad y fragilidad.
4. “Poner el hombro es un gesto de nuestro Padre Dios, y tenemos que imitarlo (…). “Cuando uno pone el hombro, uno encuentra su lugar en la vida. Cuando le ponemos el hombro a las necesidades de nuestros hermanos, entonces experimentamos, con asombro y agradecimiento, que Otro nos lleva en hombros a nosotros.
5. (…) Dios nos invita a ser prójimos de todos, especialmente de los necesitados. “Amar al prójimo haciéndose prójimo es lo que nos constituye en seres humanos, en personas. Reconocer al otro como prójimo no me ‘aporta’ nada particular: me constituye esencialmente como persona humana; y entonces, es la base sobre la cual puede constituirse una comunidad humana y no una horda de fieras.”
Oración para ser Misericordiosos
Señor, danos entrañas de misericordia
frente a toda miseria humana
Inspíranos el gesto y la palabra oportuna
frente al hermano solo y desamparado.
Ayúdanos a mostrarnos disponibles
ante quien se siente explotado y deprimido.
Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto
de verdad y de amor, de libertad,
de justicia y de paz,
para que todos encuentren en ella
un motivo para seguir esperando.
Que quienes te buscamos sepamos discernir
los signos de los tiempos
y crezcamos en fidelidad al Evangelio;
que nos preocupemos de compartir en el amor
las angustias y tristezas,
las alegrías y esperanzas
de todos los seres humanos,
y así les mostremos tu camino
de reconciliación, de perdón, de paz…
Amén