Estimados feligreses
Nos dice nuestro obispo Don Bernardo en su mensaje para Semana Santa 2021: “En este año 2021, pese a las limitaciones ocasionadas por la pandemia del Covid-19, tenemos la oportunidad de celebrar la Semana Santa con intensa vivencia interior. El hecho de no poder manifestar nuestra fe en las calles, con las procesiones, vía crucis, etc., debe ser un incentivo para dedicar más tiempo a la contemplación y meditación de los últimos días de la permanencia física de Jesucristo en este mundo: Su pasión, muerte y resurrección”.
Por eso importante será aumentar nuestra fe y devoción en el Hijo de Dios a través de las narraciones de la pasión quien, por su infinita misericordia y amor al hombre, decide libremente tomar nuestro lugar y recibir el castigo merecido por nuestros pecados. Para nosotros, los creyentes en Jesús, la Semana Santa debería ser la contemplación del amor de Dios, la unión al dolor de Jesús crucificado, la esperanza de ver a Cristo que vuelve a la vida y el júbilo de su Resurrección. Con palabras de nuestro obispo: “Son días para participar “involucrando nuestra vida en lo que celebramos”, es decir, para despertar en nosotros un deseo más vivo de adherirnos a Cristo y de seguirlo generosamente, conscientes de que Él nos ha amado hasta dar su vida por nosotros y que por Él obtenemos la redención, el perdón de nuestros pecados (cf. Col. 1,14)”.
Así el domingo de Ramos lo acompañaremos muy conscientes de que este Jesús será condenado a muerte por su fidelidad y camino de amor a Dios. El Jueves Santo celebraremos la Eucaristía que será el anticipo de lo que se vivirá en los próximos días. El Viernes Santo, conmovidos y agradecidos, nos reuniremos para conmemorar su pasión y llenarnos de la gracia que brota de la cruz. La noche de pascua nos reuniremos para celebrar que Jesús nos ha abierto las puertas de la vida para siempre
Dispongámonos a vivir intensamente la Semana Santa de nuestra parroquia de Santa Úrsula Mártir, participando a través de nuestras celebraciones en el misterio de Cristo. No nos limitemos a conmemorar como un simple recuerdo la pasión del Señor, sino que entremos en el misterio. En este itinerario nos acompaña la Virgen Santísima, contemplada estos días como Nuestra Señora de los Dolores, porque siguió en silencio a su Hijo Jesús hasta el Calvario convirtiéndose en Madre de todos los creyentes.
Sebastián García Martín
Párroco de Santa Úrsula