Sacristía
La primera sacristía la mandó a construir el obispo Corrionero en 1618. Más tarde, en la visita del 8 de enero de 1650, el canónigo Pablo Gutiérrez de Sotomayor, declara que la misma tiene dos puertas, una que sale a la iglesia y otra que sale al campo, silenciando sus restantes características.
A lo largo del tiempo, esta dependencia sufre distintas transformaciones. La actual sacristía, de planta rectangular y ubicada tras la capilla mayor, tiene acceso desde esta; su iluminación proviene de un amplio ventanal de madera sustitutorio de una antigua puerta situada hacia la calle Procesional. Durante el período 1953-1966, el sacerdote Jorge Hernández Rodríguez realiza destacadas reformas en la misma, permitiendo su altura la construcción de una segunda planta, con acceso independiente, destinada al mencionado Hogar Parroquial.
La preocupación por su hermoseamiento y organización, llevó al párroco actual, Jerónimo Hernández Rodríguez, a dotarla de bien estudiadas alacenas, armarios y vitrinas, donde se custodian ornamentos y valiosos objetos de arte.
Su principal armario-vitrina, fabricado en 1988 en madera de caoba, mide 8.46m. de largo por 2.94 de alto, siendo su fondo de 0.75 m. Su auditoría corresponde al ebanista local Lorenzo Hernández Pérez, que contó con la colaboración de Juan Pérez Hernández y Victoriano Hernández Pérez. El costo del mismo ascendió a ochocientas cincuenta y ocho mil ochocientas cuarenta pesetas. Las seis sillas de caoba y los taburetes tapizados existentes en la misma, son también de dicho tiempo, al que igualmente corresponde la mesa de sacristía, hecha en madera de la citada calidad por los nombrados artesanos, con medidas de 2.10 m. x 0.89x 0.80.
En repisas habilitadas al efecto, se exponen las valiosas imágenes de la Purísima Concepción, San Sebastián, el niño Jesús en el templo, el niño Jesús de la pasión y dos crucifijos.
Fuente: Historia de Santa Úrsula. M. Rodríguez Mesa